Osvaldo Coggiola – El poder de la ideología

Discutir la ideología es muy apropiado en este momento histórico, ya que discutimos también el fin del capitalismo. Después de una década y media de neoliberalismo, y de discurso político dominante basado en la idea del fin del comunismo, estamos ante una crisis del capitalismo muy fuerte y sobre la cual existe una enorme confusión inclusive por parte de los propios capitalistas. No solo por su estructura económica sino en cuan a donde va a ir. Por ejemplo si vemos los diarios de ahora, leemos que ya están anunciando el fin de la crisis, y se observa que las recetas económicas aplicadas primero por Bush, después por Obama, por la Unión Europea(que no aplicó nunguna porque cada país hizo lo que quiso, mostrando que la Unión Europea era una ficción), por Lula en Brasil, etc, ya resolvieron la crisis, y ahora vendría un período de crecimiento.

No voy a analizar este discurso ahora – que económicamente esta errado, porque vamos a tener una breve recuperación y luego un estancamiento mucho mas abrupta, porque fueron inyectados trillones de dólares para intentar cubrir el hueco, que en materia de contratos especulativos derivativos ronda los 600 billones de dólares para un PBI mundial de 60 billones de dólares, y esto no se resuelve metiendo dinero en los bancos.

¿Qué tiene que ver esto con la ideología? Todo, porque no es solo un error de cuentas, un calculo económico errado, es mucho más que eso, y Mészáros, en su libro, nos va a ayudar a comprender la propia base de la cuestión, porque dice dos cosas básicamente: Primero que la ideología es una forma específica de la conciencia social, que tiene un anclaje material, y que es una forma necesaria de existencia social. Mészáros dice otra cosa: Que las ideologías son siempre ideologías de clase, y que existen ideologías de las clases dominantes, de las clases oprimidas, y que esta marca de clase es inseparable de cualquier ideología. Lo que está haciendo la burguesía con la crisis actualmente es ideológico, y será victima de su propia ideología. ¿Cual es la ideología de la clase dominante ante esta crisis? Es todavía, porque no consiguió ninguna otra, la ideología keynesiana, que consiste, de acuerdo a un autor que luego mencionaré, en un fetichismo del estado. Porque puede ser que los billones de dolares inyectados en la economía para salvar al sistema financiero vayan a ser pagados de hecho, en el futuro, a través de la extracción de plusvalía de los trabajadores, pero no solamente eso. Trae incrustada la afirmación de que basta con que el estado imprima dinero – quiero decir que nunca los EE.UU. imprimieron tanto dinero como en este año, en el cual imprimieron mas que en los 20 años precedentes.

Económicamente no es sustentable a largo plazo, pero para volver al problema de la ideología, el Estado está más allá de la crisis. El Estado está más allá de las determinaciones de clase, el Estado es apenas un comprador y salvador en ultima instancia, y siempre tiene recursos para salvar al capitalismo.

Lo importante aquí es que eso es una ideología burguesa, una expresión invertida de la realidad y es por eso que la burguesía va a caer, porque va a errar. Porque el Estado no es la solución, sino parte del problema. ¿Como se va a manifestar la naturaleza ideológica de esta maniobra de la burguesía? De diversas maneras económicas, que no aparecen de la noche al día: se acaba el crédito público y los circuitos financieros precariamente reconstituidos a través de la emisión de dinero para salvar al sistema financiero se van a manifestar como soluciones de corto plazo y problemas mucho mayores de largo plazo. En ese momento la burguesía va a ser obligada a otro tipo de soluciones que no se sitúan estrictamente en la esfera financiera, sino en la social y política, para salir de esta crisis. No debemos olvidar que en la década del ’30 uno de los países mas afectados por la crisis fue también el que más rápidamente salió de ella: Alemania. ¿Por qué? Porque la solución no fue económica, sino política. Fue el nazismo. Hitler fue mucho más que simplemente un reaccionario antisemita, y no tenía la menor idea de la economía.

Llamar keynesiana a la política de Hitler me parece un abuso o ignorancia. Efectivamente, en el aspecto económico había una política keynesiana, pero había mucho mas que eso. No voy a meterme en profundidad en el nazismo, pero entre otras cosas el valor de la fuerza de trabajo se llevó a un punto muy inferior a su límite de reproducción. A través de un sistema de trabajos fozados que hicieron la fortuna de empresas como Thyssen, Krupp, Mercedez Benz, Volkswagen, etc. que contaban con una fuerza de trabajo prácticamente gratuita garantizada por el estado. De esa manera se salió de la crisis de Alemania. Fue una solución política. Porque la política keynesiana y el New Deal, contrario a lo que afirman ideológicamente todos los diarios hoy, no fue una solución a la crisis inaugurada en 1929. Lo que sacó al mundo de esa crisis fue el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Hasta ahí el mundo no tenía salida a la crisis.

O sea, fue una catástrofe social y política y, finalmente, una catástrofe bélica. De esa manera el mundo salió de la crisis. Se reabsorbió el desempleo, se llegó a tasas de crecimiento parecidas a las que existían anteriormente, aunque debe decirse lo siguiente: Recién en 1949 los Estados Unidos consiguieron producir tantos autos como en 1929. Es decir que para reconstituir la industria que había sido el motor del crecimiento del capitalismo americano, fue necesaria una catástrofe social europea, una guerra mundial, 60 millones de muertos y recién ahí lograron volver a la producción de 20 años antes. Tal la solución de la crisis del ’29. No la política keynesiana, que fue un expediente de corto plazo para patear la crisis, apenas eso. Como dice un autor de la época, el «New Deal» fue solo efectivo cuando se transformó en «World Deal». Actualmente se lo vincula una ideología en libros que son vendidos en los aeropuertos. Roosevelt era un personaje histórico, con su New Deal. Solo 20 estudiantes de historia y profesores lo conocían, ahora es moda. Keynes volvió a ser un gran teórico, todos lo citan… y se produce una mistificación en torno de Keynes. Pero es muy importante ,para analizar la ideología, la cita con que Mészáros comienza su libro, una cita de John Maynard Keynes, lo que pensaba del marxismo, y es apropiado al momento actual.

Cuando tuve que irme de Argentina, fui para Francia y me inscribí en la universidad, y el primer curso al que fui fue de Michael Lowy, que luego fue mi amigo, llamado «Ciencia e Ideología», un semestre entero pasamos discutiéndolo, porque es un problema al que no se le puede dar una respuesta definitiva ni acabada, y no podría haber una tentativa en ese sentido. ¿Qué significa ideología? Una cosa que debe llamar la atención. La mayoría de los términos de uso corriente en las ciencias sociales son muy antiguos: democracia, libertad… son todos términos griegos, latinos, de milenios… «ideología» tiene no más que 200 años. Fue inventada en 1797 por un señor llamado Destutt de Tracy, un académico del tiempo de la Revolución Francesa, al cual la Convención Nacional le encomendó crear el Instituto de Francia, que se trasformó en el Colegio de Francia, donde grandes cabezas hacen sus últimas conferencias antes de morir y después son publicadas… Foucault, en fin, todos aquellos, y que fue una gran institución. Antes de pensar en el término, sepamos que nos ubicamos en el espíritu de la Revolución Francesa, pero ya en 1797. No fueron los jacobinos, fue la Convención, que ya había eliminado a los jacobinos. Es una revolución que ya estaba «normalizada», pero que conservaba y quería tornar mas conservadora de lo que era la ideología iluminista que había precedido a la propia revolución.

¿Qué significaba ideología? Exactamente lo que la palabra dice. idea – logos, «estudio de las ideas». La contraposición entre ideología y ciencia nace de ahí mismo. Está inscripta en el propio termino, era un estudio de las ideas, porque se afirmaba que las ideas, las que existían hasta ese momento en el mundo, eran formas de engañar a las personas negándoles acceso al conocimiento real que solamente podría ser obtenido a partir del análisis del origen de las ideas y de su raíz material. El término ideología aparece en 1801, escrito por Destutt de Tracy, publicado recién en 1815, en el libro «Elementos de ideología». Los que hacían este tipo de estudio eran llamados «ideólogos», y de ahí nace este otro término, derivado. Ideólogo, aquel que estudia las ideas. No es así que nosotros conocemos el termino. Actualmente decimos «es un ideólogo de la clase dominante, o de tal partido político», es aquel que formula las ideas. Hay una ambigüedad, por tanto. «Ideólogo» designaba a aquellos que estudiaban las ideas para mostrar la base material de esas ideas y luego pasó a designar a quienes las formulan, exactamente lo contrario. Esa ambigüedad está en todo análisis de la ideología a partir de ese momento, y de ella no escapó Marx, y por eso las interpretaciones sobre Marx, sobre lo que Marx pensase acerca de la ideología son lo mas contradictorias posibles. Es interesante que un autor, por ejemplo, diga que en el sentido marxista vulgar la idea de ideología tal como pasa los sentidos de que es siempre falsa conciencia, conciencia invertida.

Esta forma de verlo no fue inventada por ningún marxista vulgar, sino acogida por Marx en cierto sentido, porque la invento un señor llamado Napoleón Bonaparte, que dice textualmente: «La ideología, esta metafísica nebulosa que buscando sutilmente las primeras causas desea establecer sobre esa base la legislación de los pueblos, en vez del conocimiento del corazón humano y las lecciones de la historia, es a quien debemos atribuir todas las desgracias de nuestra Francia». Porque la ideología quería criticar la religión, y Bonaparte quería establecer un imperio sobre la base de las leyes del corazón, que era católico, y con base en un acuerdo con la Iglesia. Porque Napoleón, después de un período jacobino en que como todo jacobino pretendía transformar las iglesias en salones de baile, porque ese era el programa jacobino, pasó a conciliarse con la iglesia y establecer un imperio, si bien con primacía del laicismo, y es por eso la famosa historia de que cuando iba a ser coronado por el Papa, en vez de eso tomó la corona y se la puso él mismo.

A partir de ahí este desdoblamiento de ambigüedad que guarda una contradicción fue abonado por los mas diversos autores, marxistas o no, y la resolución del problema del debate que no podré resolver aqui, por falta de conocimiento, pero es suficiente para saber que la cuestión de la contradictoriedad y ambigüedad incrustada en la cuestión de la ideología fue victima tanto el pensamiento marxista como del no marxista, e inclusive en el pensamiento anti marxista, y la palabra se hizo tan común que sería necesario reflexionar profundamente sobre una frase de uno de los principales o el principal historiador de los Estados Unidos, cuya ruina hasta el momento tal vez sea la expresión política más profunda de la ruina del capitalismo en toda la historia del capitalismo, aunque no se pueda decir que el capitalismo va a acabar mañana, y no es lo que estoy diciendo en este momento.

Cuando en su obra sobre la historia de los EE.UU. (estoy hablando de Richard Hofdstater, llamado un historiador progresista, aquel que expreso mejor que cualquier otro el espíritu del progreso como el motor que guiaba la historia de los EE.UU. y que le daba un lugar único en el concierto de las naciones y el comienza su trabajo diciendo este concepto que es esencial y sobre el cual hay que detenerse: «Nuestro destino como nación fue el de no tener una ideología, sino ser una ideología». Los EE.UU. no tienen, como los franceses que son galos, los alemanes germánicos, los españoles, que son ibéricos, y conquistan el mundo, luego lo pierden, los portugueses que navegan y cualquier otro que podamos imaginar, tenían ideologías adecuadas a sus historias especificas. Los EE.UU. son ellos mismos una ideología, porque son el mundo y como tal ellos estaban destinados a abarcar el mundo, no a conquistarlo, pero sí a dirigirlo. Este historiador no es fascista, es considerando «de izquierda» dentro del establishment norteamericano. El principal historiador del destino americano. Hay otros lógicamente con otras ideologías de clase. Howard Zinn, por ejemplo, intenta hacer la misma tarea desde un punto opuesto.

Quiero concluir simplemente colocando, porque no voy a dar una respuesta definitiva ni resolverlo, que esa ambigüedad y contrariedad en la cuestión de la ideología tiene una proyección política decisiva y que va a ser decisiva nuevamente en el momento en que vivimos, porque es un momento de crisis, desorganización política, reorganización de los trabajadores, etc. Esa ambiguedad y contrariedad metida en el debate marxista y no marxista sobre la ideologia, se proyecta políticamente en el debate acerca del papel de la intelectualidad en la sociedad y en particular de los portadores de las ideas, que como ustedes saben es el problema mas polémico de toda la historia política del marxismo. Un problema que Marx no se colocó explícitamente, tal vez porque en su época la fracción de intelectuales que adherían al movimiento obrero era tan ridículamente minúscula que ni siquiera se lo pensaba: era el partido de la clase obrera, y punto. A partir del momento en que la ideología marxista penetra en la academia, en la clase media, en la universidad y la intelectualidad, se la comienza a problematizar y abordar (Gramsci sobre los intelectuales orgánicos, sus limitaciones criticadas por Lukacs…), pero el que mas trascendió históricamente fue el abordaje de los bolcheviques sobre el papel de los intelectuales, y los rusos que no eran bolcheviques, porque fueron los rusos los que acuñaron el término intelligentsia, que se transformó en un término universal, y problematizaron las mas diversas maneras, desde antes de los bolcheviques, sobre la intelligentsia en la sociedad.

Hay una polémica que viene de mucho antes, y no es una polémica oportunista, antes de la toma del poder por los bolcheviques, de los soviets, etc. que es el injustamente no famoso libro de un anarquista polaco llamado Majaiski, que en 1905 publico un libro denunciando a todas las fracciones del socialismo ruso de querer imponer una dictadura de intelectualidad sobre la sociedad, y se llamaba «El socialismo de los intelectuales». El era un anarquista, y fue rescatado posteriormente, diciendo que era el único lucido que mucho antes que Rosa Luxemburgo, Trotsky, o quien fuese criticase a la burocracia, el ya había visto el fenómeno embrionario. El partido político supuestamente de la clase obrera era un partido de portadores no oriundos de la clase obrera, sino de la inteligentzia, que pretendia imponer su dictadura sobre el conjunto de la sociedad: sobre la burguesía evidentemente, porque era burra y no sabia dirigir a la sociedad, y también sobre los trabajadores.

Todas estas cuestiones están en debate, y tienen una vigencia extraordinaria. no son debates viejos, caducos… Por eso creo extremadamente oportuno este libro, porque si bien por ejemplo aquí fue citado Eagleton, que está muy bien, considero el libro de Mészároz mucho más completo desde el punto de vista del mapeo que hace de las cuestiones ideológicas, y de como la cuestión de la ideología fue abordada desde el inicio hasta el presente, y los mas diversos autores de origen marxista e izquierda que se vincularon – como Daniel Bell y otros que fueron mencionados, y también son analizados. Desde ese punto de vista es singularmente abarcativo y no tiene en absoluto el carácter de una polémica sectaria. Al contrario, busca ser abarcativo y quiero en este punto concluir rindiendo homenaje a István Mészáros, aquí presente por haber sido un autor que en medio de esa confusión creada por el neoliberalismo, el fin del comunismo, y años del dominio de la brutalidad estalinista sobre el pensamiento de izquierda, por haber sido un autor que mantuvo viva la llama de la ideología marxista para que la generación actual pueda llevarla adelante de una manera mejor que las generaciones precedentes. Gracias.

III Seminário István Mészáros Mesa: O poder da ideologia (compuesta por: Virgínia Fontes, Miguel Vedda, Osvaldo Coggiola y Wolfgang Leo Maar). 18 de agosto de 2009. Publicado el 16 de julio de 2013, puede verse aquí.

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